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El dolor por la muerte: cómo atravesarlo y qué nos enseña sobre la vida

  • Foto del escritor: Flyght Wellness Club
    Flyght Wellness Club
  • hace 5 días
  • 4 Min. de lectura

¿Qué hacer con tanto dolor cuando alguien muere?


Nadie nos prepara para la muerte. No la del otro, ni mucho menos la propia. Es uno de los temas más evitados y temidos de nuestra cultura, y sin embargo, todos vamos a pasar por ahí: por perder, por quedarnos con el vacío, por no saber cómo seguir adelante con tanto dolor en el pecho.


El dolor por la muerte es una de las experiencias más profundas, transformadoras y misteriosas de la existencia humana. Nos saca del piloto automático. Nos obliga a detenernos. Nos cambia por dentro. Y aunque al principio parezca imposible, también puede enseñarnos a vivir de otra manera.



El duelo no es una enfermedad: es un proceso humano


La muerte de alguien que amamos —un padre, una madre, una amiga, una pareja, incluso una mascota— puede rompernos en mil pedazos. No es solo tristeza. Es un sacudón físico, emocional, mental y espiritual. Hay días en que parece que no vamos a poder con tanto.


Y sin embargo, el duelo no es algo que “se supera”. Es algo que se atraviesa, se honra y con el tiempo, se integra. No es lineal, no tiene un tiempo específico, no se cura con frases hechas.


El duelo es un proceso de amor: tan grande era el vínculo, que el alma necesita tiempo para acomodarse a su ausencia.



¿Qué nos enseña el dolor por la muerte?


Aunque al principio solo sentimos oscuridad, con el tiempo este dolor también trae luz. Estas son algunas de las verdades que muchas mujeres descubren después de atravesar una pérdida:


  • Lo esencial es invisible a los ojos. Empezamos a valorar más el tiempo, los vínculos, los momentos simples. Nos volvemos más conscientes.

  • La vida es un regalo. Ya no damos por sentado nada. Cada día se vuelve una oportunidad para agradecer.

  • No podemos controlarlo todo. La muerte nos recuerda que somos frágiles y que no tenemos garantizado el mañana.

  • El amor no muere. Aunque la persona ya no esté físicamente, el amor permanece, se transforma y nos sigue acompañando.

  • Nuestra alma tiene recursos que no conocíamos. Descubrimos fuerza, resiliencia y sabiduría que antes no sabíamos que teníamos.




¿Cómo sobrellevar el dolor por la muerte?


Aquí algunas sugerencias concretas para esos días en que el corazón pesa más que el cuerpo:



1. Permítete sentir

No hay emociones “malas” en el duelo. Está bien llorar, gritar, extrañar, incluso reír en medio del dolor. Date permiso para sentir sin culpa. El cuerpo necesita expresar lo que el alma no puede poner en palabras.



2. Evita forzarte a estar bien

El duelo no tiene un calendario. Algunas personas necesitan meses, otras años. No te compares. No te exijas volver a la “normalidad” demasiado pronto. Estás aprendiendo a vivir con una ausencia.



3. Habla de lo que sientes

Compartir lo que estás viviendo con alguien de confianza puede ayudarte a aligerar el peso. Si no lo tienes, busca apoyo terapéutico o acompáñate de comunidades que entiendan tu proceso.



4. Haz pequeños rituales

Encender una vela, escribirle una carta, mirar fotos, crear un altar o caminar al lugar favorito de quien partió. Los rituales ayudan a honrar la memoria y traer consuelo al presente.



5. Cuida tu cuerpo

Dormir, comer, caminar, respirar. Aunque te cueste, intenta cuidar de ti como cuidarías a alguien que amas. El cuerpo también atraviesa el duelo y necesita ser sostenido.



6. Escribe

Escribir es una forma de sacar lo que te duele sin filtros. Pregúntate: ¿Qué me duele más? ¿Qué me hubiera gustado decirle? ¿Qué parte de mí se fue con esa persona? ¿Qué parte de esa persona vive en mí?



7. Busca significado

Con el tiempo, puedes preguntarte: ¿Qué me enseñó esta persona? ¿Cómo quiero honrar su vida con la mía? ¿Qué cosas voy a hacer de manera distinta gracias a lo vivido?



¿Y si nunca deja de doler?


Tal vez no deje de doler del todo. Pero sí cambiará. Se volverá más suave, menos urgente. Aprenderás a vivir con la ausencia sin que te quite la presencia. Aprenderás a agradecer el amor que viviste, en lugar de solo lamentar su pérdida.


Muchas mujeres que han atravesado duelos profundos dicen lo mismo: “No soy la misma desde que murió”. Y no lo dicen con tristeza, sino con reverencia. Porque el duelo también puede abrir una nueva manera de estar en el mundo.



En qué pensar cuando todo duele


Cuando no encuentras consuelo, piensa:


  • Estoy viva. Todavía hay algo por vivir.

  • Esa persona me amó. Y yo la amé. Y eso sigue existiendo.

  • No estoy sola, aunque lo parezca. Hay otras mujeres como yo, aprendiendo a vivir con el alma partida.

  • No tengo que entenderlo todo. Solo tengo que estar presente, un día a la vez.



Acompañarte en el duelo también es parte de lo que hacemos en Flyght


Sabemos que el dolor por la muerte puede abrir una herida profunda… pero también puede ser el inicio de un camino más consciente y lleno de sentido. En Flyght, no evitamos el dolor: lo miramos, lo abrazamos y caminamos contigo.


Si estás atravesando un duelo, te invitamos a comenzar con nuestro programa gratuito de 7 días o sumarte al programa de autoconocimiento de 30 días, donde muchas mujeres encuentran herramientas para sostenerse, comprenderse y volver a sí mismas después de un golpe tan fuerte.


🌱 Empieza con un paso pequeño. Empieza por ti.

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