top of page

🌿El Regalo de Vivir en el Presente: ¿Alguna vez te has detenido —de verdad— a pensar qué significa estar presente?

  • Foto del escritor: Alicia Barceló
    Alicia Barceló
  • 15 jun
  • 2 Min. de lectura

Actualizado: hace 4 días


En un mundo que nos empuja hacia lo que sigue, donde la productividad se celebra más que la quietud, estar en el aquí y el ahora se ha convertido en un acto de rebeldía y determinación. Pero más allá de lo que la frase popular, vivir el momento significa, esta encierra una verdad profunda: es un regalo que podemos (y debemos) darnos a nosotros mismos cada día.


Estar presente no es solo estar físicamente allí.

Es habitar por completo lo que haces.

Es sumergirte, sin fragmentarte.


Cuando estamos verdaderamente presentes, nuestra atención no se deshilacha en múltiples direcciones. La mente no corretea como un mono inquieto de rama en rama. Al contrario, se aquieta, se enfoca, se alinea. Y cuando eso ocurre, sucede algo mágico: entramos en un estado de meditación activa.


Ese estado que muchos buscan en el cojín de meditación también puede encontrarse cocinando una comida que amamos, escribiendo con el corazón, pintando sin juicio, caminando descalzos en la tierra, o simplemente escuchando con todo el cuerpo y atendiendo a quien amamos.


Pero aquí está la clave: para lograr esta presencia profunda, no basta con hacer.


Hay que sentir.


Tiene que gustarnos lo que hacemos.


Tiene que hablarnos de alguna forma.


Cuando una tarea te llena, te satisface, te conecta con algo mayor, y además tiene propósito —una utilidad real para ti o para otros—, se convierte en un portal hacia el presente. Es allí donde el ego se disuelve, donde el tiempo se diluye y donde aparece la verdadera magia del vivir.


¿Y si hoy eligieras hacer una sola cosa con total presencia?


Puede ser pequeña. Lavar los platos sin prisa. Abrazar a alguien sin pensar en lo que viene después. Respirar hondo antes de contestar un mensaje. Sentarte a comer y realmente saborear.


Hazlo con conciencia. Hazlo como un acto de amor propio.


Hazlo como un regalo sagrado que solo tú puedes darte.


Porque al final, no se trata de hacer más.


Se trata de estar más.


Más contigo. Más con la vida. Más en tu centro.


Ese es el verdadero vuelo. Ese es en andar ligero que buscamos con Flygth.


FBH


 
 
 

Comments


bottom of page